salas
almacenamiento
juramento
El daño acecha. LE acecha. Constantemente. El riesgo a ser tocado en exceso, a ser mirado por unas lentes demasiado agresivas, a ser invadido por hordas de cuerpos que hagan saltar las alarmas de distancia de las piezas, a ser robado.

Este daño que espera en cada esquina, es, además, contrarrestado por toda una serie de recursos, medidas, herramientas tecnológicas, PERSONAS que habitan este espacio orientadas a su cuidado. A su conservación. Como un ecosistema perfectamente regulado, o un sistema compuesto por organismos que mantienen, protegen y ante todo sostienen un funcionamiento operativo y seguro, el museo se sostiene en esta crisis.

Vamos a Transitar, Registrar e Intervenir el museo como dispositivo para trabajar el daño y al hacerlo, como espigadoras o recolectoras de fenómenos que nos llamen en sus heridas, que - quizás - nos dañen, trataremos de activar una atención atravesada por estas herramientas malfucionantes, maltraductoras, conversoras.